miércoles, 29 de octubre de 2008

...tiempo...

Me he dado tiempo para reflexionar todo acto que he sufrido; he intentado asimilarlo lo mejor que he podido, pero sólo siento una agonía producida por la ira del dolor que llevo dentro. No sé cómo reaccionaré el día de mañana, ni cómo afrontaré actos que puede llevaré a cabo. Temo llegar a encontrar una justificación digna que libere los posibles remordimientos que pudiera llegar a tener; sobretodo me da miedo eso. A veces, una mente demasiado racional puede llegar a creer que sus propios raciocinios son correctos; cuando cualquiera de estos no son más que burdas interpretaciones sin posibilidad de saber si son inciertos o no.

Cual sea el camino que me depara el destino, aún no estoy listo para vivirlo. Aunque por desgracia nunca podré parar de andar por él, para tomarme un respiro y pensar un poco sentado en un sendero perdido; quiero aprovechar las noches en vela como si fueran senderos, que ando buscando perdido entre el abismo de un mar de distintos destinos, aún desconocidos.

Una montaña de cigarrillos brota de mi cenicero. Los nervios últimamente se están apoderando de mí; las noches de pesadillas se acentúan cada día, y me despierto con una llama apunto de prender una mecha que brota en mi interior.

Sólo siento ira, odio, desesperación, dolor... Justicia es lo único que siento que quiero conseguir. No quiero dinero, trabajo, amor, amigos… sólo quiero sentir paz, al saber que he hecho justicia a las injusticias que me han hecho pasar.



He vuelto a caer,
en un pozo sin fondo,
sin siquiera existir un hoyo.

He vuelto a caer,
por pensar en ti,
por quererte sin fin.

He vuelto a caer.
y permanecí ahí
a la espera de un sí.

Permanezco ahí
a la espera,
de encontrarme a mí
y de encontrar el momento
de quererte sin fin.